1
Las nubes de alabastro han hecho de la lluvia
ráfagas de pájaros muertos.
Su vuelo solemne se interrumpe:
impacto de piedra.
Sueña el monte con flores de cartón
sin muerte, sin despedida;
para burlarse del olvido.
Tus ojos son de montaña y mar
al mismo tiempo,
guardo todas las cáscaras
por el corazón de miel.
La boca me sabe a quebranto,
y las maletas están hechas
me voy a vivir con los monstruos de hebra
bajo mi cama.
2
Me prendo al techo de unos hilos
para ver la habitación a vista de pájaro.
La sábana hace dunas azules
bailando con la corriente
que entra por la ventana.
El skyline de Nueva York en blanco y negro
confirma que soy un creador;
desde aquí son ametralladoras
con cargador de carta de ajuste.
Río a mandíbula batida como un loco
cuando barro y descubro una vez más
abalorios que dejaste olvidados.
Recomiendan poner la cara de recibir besos
para las fotos.
3
Eres el derrame de mis palabras,
gotas de hiel engarzadas en la corona ausente,
manos bailarinas al otro lado del abismo,
rachas de belleza cotidiana.
Eres tú, y no el pecho inflado de la noche
rebosante de oxígeno azul oscuro.
También soy yo, y mi soledad quebrada
a salvo entre las cuatro paredes de tus corneas:
vacaciones de verano en mi comisura favorita.
Vivo en bares con palabras en vez de cuadros en al pared
mis compañeros me invitan a la última
y escuchan nuestra historia
una vez más.
Brindo por ellos.
One response to “Punto de Encuentro”
Gracias por leer 400 palabras. Me he dado un paseo por tu blog invisible, intentando no hacer mucho ruido, pero puedo decir que me marcho sin hurtadillas.
Me gusta, me gusta.
Un saludo desde algún rincón.
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