Podría vivir el resto del tiempo aquí,
frente al televisor, convertir la nostalgia
en cuentos chinos.
Podría romper la antena parabólica
y ver solo la segunda cadena de televisión,
odiar la libertad de elegir.
Sentirme feliz porque se ve a todo color,
como el Mundial del 82 en casa de mis abuelos.
Podría pensar en París en dos dimensiones,
en una página de enciclopedia amarillenta,
trenes que por aquí no pasan, luz y amor.
Pueblo de achicoria y serrín
y su canción monótona, su latido cansino;
soledad que das color a los toldos
y a los gatos que reposan atentos
a la sombra de un tabique de hormigón.
Suerte por comprar un ventilador
que salpique las piernas, mientras veo
el mar engalanado en la publicidad de Tv.
Sorbo el agua fría y miro por los ojitos de la persiana,
veo el verano y su interminable puesta en escena.
frente al televisor, convertir la nostalgia
en cuentos chinos.
Podría romper la antena parabólica
y ver solo la segunda cadena de televisión,
odiar la libertad de elegir.
Sentirme feliz porque se ve a todo color,
como el Mundial del 82 en casa de mis abuelos.
Podría pensar en París en dos dimensiones,
en una página de enciclopedia amarillenta,
trenes que por aquí no pasan, luz y amor.
Pueblo de achicoria y serrín
y su canción monótona, su latido cansino;
soledad que das color a los toldos
y a los gatos que reposan atentos
a la sombra de un tabique de hormigón.
Suerte por comprar un ventilador
que salpique las piernas, mientras veo
el mar engalanado en la publicidad de Tv.
Sorbo el agua fría y miro por los ojitos de la persiana,
veo el verano y su interminable puesta en escena.
2 Responses to “Sweet Home”
En mi casa no hubo tele hasta hace relativamente poco... o... no sé... hasta que hubo alguien que la miraba. Pero recuerdo que en casa de mis abuelos se veía siempre la segunda cadena. Y que esa televisión casi me mata (otra historia para contar algún día...).
Besitos.
Nah, soy yo otra vez... ¿Desilusión?. Mala suerte... Peor la mía de conectar y que no haya señales de vida de alguien con quien me apetece hablar (acosadora, soy... maremia...).
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