Querido lector:
Te escribo desde la oscuridad y el insomnio. He vuelto a Salamanca en el que seguramente sea mi último año en la ciudad rubia. Se han ido muchos amigos y otros que lo eran, se sometieron a la tiranía de la chuminocracia.
Este año vivo con 3 perfectas desconocidas; ya he tenido trato con una de ellas y por ahora la cosa va muy bien. No se queja si ando en calzoncillos por la casa.
He terminado mi primer libro "LA ANTOLOGÍA DE LOS DESEOS", lo estoy fotocopiando a cascoporro y enviando a todos los certámenes y editoriales que se me ponen por delante, ES MUY DURO SER AUTENTICO, esperemos que alguien se fije en mí y me de una oportunidad.
Es posible que este año vuelva a recitar, quizá con Javier Delgado que me lo propuso a finales del año pasado; os mantendré informados.
Ahora estoy metido con el tío Yáñez mirando unos guiones para unos cortos, espero que para el concierto de Quique González (15 de Septiembre) esté la cosa más concretada.
En cuanto a la poesía, estoy cocinando ideas para un nuevo proyecto pero es algo a bastante largo plazo, si bien es cierto que quizá monte algo rápido y corto (300 versos) para el Ateneo Jovellanos.
Os dejo aquí una muestra de lo que se avecina.
Muchas gracias por la atención. I Love YOU.
La noche
Ventana:
las hormigas de carburante
drenan el brazo de una ciudad viva
(Salamanca)
sus ojos azules de luz
son suficiente.
He acercado la cama
a la nuca estelar,
como quien besa a alguien
que está dormido
o ama por segunda vez,
-consumimos el oxígeno
del día después a la muerte del amor,
por poner un contexto-.
A falta de pan
me abrazo a la noche
que me llena la boca de vino italiano,
amabile y comprensivo,
como una mujer
lo suficientemente buena
para dormir tranquila
a mi lado.
martes, agosto 29, 2006
martes, agosto 22, 2006
7 Eleven
Hemos nacido todos
otra vez,
-verano 06-
en un mundo más frío,
han visto a Walt Disney
en la cámara de congelados
de un 7-Eleven de Alabama.
El amor
no solo no basta
además
destella el blanco de su cristalino
entre tanto bronce en la piel
de la gente.
otra vez,
-verano 06-
en un mundo más frío,
han visto a Walt Disney
en la cámara de congelados
de un 7-Eleven de Alabama.
El amor
no solo no basta
además
destella el blanco de su cristalino
entre tanto bronce en la piel
de la gente.