miércoles, septiembre 21, 2005

Rumor de alcantarilla

La posibilidad de no volver a vernos
salvo en cines al aire libre –nuestra memoria-
no provocó en ella
ni un desfilar de hormigas en es estómago
el cronometro del semáforo
indicaba los segundos en los que se cerraría
la maleta
tenía la contraseña en la punta de la lengua
en los labios
se despeñó un beso, pero me agarré al borde
sangre en las manos
en los labios.
Despierto en medio de la ciudad
aun no me atrevería a decir que hace calor
la basura vuela
y baila en la acera
aunque conozco los pasos rechazo su invitación
una botella de vino
y 22 años que sumergir en su caudal.

martes, septiembre 13, 2005

Ginebra y preservativos

Ginebra y preservativos
en la cesta de la compra
capilares rotos en el cuello.
Obviada el sueño
y circulaba por la ciudad
para saborear las novedades
en las paredes de los kioscos,
las formas de animales de las nubes
de pilotos de kart,
la resaca dulce de besos nocturnos
con sabor a triple seco,
el limón más ácido del mercado.
El látex, el olor de hospital
en los muebles naturalizado
por las cremas hidratantes,
tu sudor tu perfume
violado por el ajetreo de la vida cotidiana.
Es magnifico volver a esta vida
de charlas mágicas antes de dormir
y después,
de mesa para dos.

martes, septiembre 06, 2005

La suerte del poeta

Lo sabes perfectamente
jamás serás el yerno que toda madre desea
para sí
tampoco tendrás un corazón fuerte
de escalador de montañas,
será un alfiletero o colador,
molde para los trajes de lunares,
querrás salir de esta habitación:
entierro
que
elegiste
para poder conocer a alguien
que te regale un calco
y que sigan los poemas
siempre
fuiste
un
copión.

lunes, septiembre 05, 2005

Nuevos caminos

Abres la puerta, buenas noches
otra vez yo,
trompetas en el estómago.
Quizá, solo quizá.
Una habitación con la sombra
de las tormentas de verano,
rajarse el pecho por la mitad.
Quizá, solo quizá.
Alguien prepara la cena en la cocina,
busco cruzarme contigo en el pasillo,
oscuro también,
el roce de nuestros mundos,
me llevo el dedo índice a la boca:
chsss… silencio, silencio…
se construye un beso a nuestro alrededor
y cauteloso como siempre,
lo materializo en tu boca,
las luces de dentro o señal de alarma
parpadean con violencia.
Un
dos
tres…
Nos diluimos.
Crecen alas en nuestra espalda
de una pluma tan negra como las paredes,
de esta noche, de este momento.
Ojos vidriosos en al penumbra,
y la chica que sueña en blanco y negro.