martes, diciembre 26, 2006

Follar y comprar (FELIZ NAVIDAD)

El invierno tiene un sentido práctico,
sería una vieja casera si tuviera dientes
y gente como yo con la que lidiar,
sería una espada de café en los labios,
si te gustara el café.
Que todo funcione tan bien
que nos abrochemos tan puntualmente
la rebeca, cada día más justa,
por cierto;
me deja perplejo.
Me pasa igual con las nuevas rutinas
que aprendemos
para hacer hincapié en lo vivos
que estamos, y lo inerte
que es el invierno, la vieja casera
que aprieta sus dedos en el visón y te mira
desde lo alto de una montaña de guisos,
y tú te limitas a pagar,
no sé sí me explico.

lunes, diciembre 11, 2006

En la nevera



"Sobre el tapiz verde de los parques hacíamos de la vida algo extraordinario; una Guiness (quizá dos), era testigo de cómo el amor rezumaba por cada poro de nuestra piel adolescente"

martes, diciembre 05, 2006

400palabras v2.0

Bueno, parece que vamos a resucitar 400palabras en Enero de este año que entra.
La idea es tomarnos la iniciativa más en serio y abrir nuevos horizontes ya que medio equipo se va a Madrid y ya se sabe lo que dicen de Madrid. También parece se va a incorporar gente nueva que siempre está bien, a ver si hacemos por conocer todos a la nueva chica (Davinia) que hará de Teo, ya que al Mexicano del Higado de Hierro ya le conocimos en una de esas FIESTAS DEL FIN DEL MUNDO que van a acabar con la Galaxia.
Este año el tema de los recitales está un poco parado aunque hace tiempo El Hombre Que me dijo que algo haríamos con Javier Delgado. Todo se andará, con Madrid de fondo el límite es la m30. Espero que paseis una Feliz Navidad.


IMPROVISACÍON (Escena cotidiana)
Así están las cosas –el futuro-
ella prepara sopa y judías
y una salchicha grande para la cena
ni siquiera, dice
ni siquiera me dices si te ha gustado,
después en la cama se duerme en 8 segundos
yo boxeo, sí, boxeo
con los demonios recién adquiridos,
en periodo de garantía total.
-han venido para quedarse-
Luego me ve,
delante de este cacharro y pone cara
de estar perdiendo años de vida útil,
con su bata ni marrón
ni color carne,
con su bata, sus cejas recién cortadas,
que no noto, no noto
no me acuerdo de mis citas,
como si alguien le hubiera dado una patada
a este trasto que tengo por sesera,
¿quién sabe lo que dará de sí Ramón Egea?


IMPROVISACIÓN (Infierno)
Yo estaba en una ciudad desconocida,
y aún se me encogían los huevos al verla,
como un niño repasando los pechos de Ana Obregón
en una revista de variedades,
por entonces, cuando niño, digo,
no se había inventado la masturbación,
pero había indicios en cómo se restregaban los niños
contra sus inmaculados colchones
las mañanas de domingo,
antes de tener que elegir entre los Caballeros del Zodiaco
-el infierno-
o ir a misa de 12.
Ya de mayor, en la ciudad
parecía normal atender una llamada
mientras te hacían eso que pensaste
años atrás,
te llevaría al infierno vestido
con la armadura de Pegaso
y una sonrisa de agujetas maxilofaciales.

Nadie pudo, ni puede, ni podrá por los siglos de los siglos arrebatarme tanta felicidad.

José Hierro.


IMPROVISACIÓN (4.16)
Por entonces, mi tono de teléfono
no escondía tantos recuerdos negros,
sólo sonaba
y aparecía alguien, concretamente tú,
preguntándome
o leyéndome algo de la biblioteca de tus padres,
sin posibilidad de réplica.
Sólo sonaba, no hacía fotografías,
tenía una antena que agrandaba el agujero
de mi pantalón.
Me creía escritor, casi como ahora
y sabía, tenia la certeza absoluta
de que acabaría en las estanterías
de las bibliotecas,
tan muerto como Bukowski o Fante.
Es extraño hablar de un amor tan grande
-revísese mi biografía-
en un pasado tan rotundo,
tan de película insecuelable
por muerte del reparto.