Mi boca
principado de un país de dientes en vías de desarrollo,
observa mamá,
que refugia en secreto también una lengua terrorista,
se acerca en Tetuán a la tuya, mi barrio,
bocanegra, no sabes la de ramas/apellidos que hay que escalar
para descubrirte y firmar/besar tus primerísimas páginas
tu boca, digo, que me distraigo,
bajo dos lámparas verdes como manzanas en un apagón
que tanto orbitan/viajan el mundo por dentro
y sin embargo
tanta luz.