martes, junio 28, 2005

Periferias

A todo se acostumbra uno
incluso a vivir en tus periferias;
después de ti, el océano Atlántico
salvaje y eufórico, en portugués.
La otra cara de Portugal,
la del mar cenando el sol naranja
y las tienda de conchas en la arena,
o cómo cabalgar la tristeza
y fingir llaves de hotel
para despertarme aquí,
pero con sábanas almidonadas
y tu ropa encima del mensaje
de bienvenida del televisor.
Bueno, tengo una toalla
y una bonita vista desde aquí,
tengo excusa para sentirme bien,
casi lloro, es cierto:
Amo-te moito Barbara
por poco arruino su mensaje
pero por suerte,
lo podrán leer los peces esta noche.

sábado, junio 25, 2005

Sensación de pérdida

Debajo de los polvos de maquillaje,
de la línea de ojos oriental,
del olor a whisky en combinados,
de vestidos sacados del baúl,
de días y días luchando por una noche,
de los pecaditos a oscuras,
de mantenerse despierto para saborear tu silencio,
de despedidas que saben a fuego y muerte,
de collage para soñar contigo,
vivía la chica que administraba los “te quiero”
con diabólica precisión.

miércoles, junio 22, 2005

Aunque tú a mí no

Es horrible despertarse sudado y arruinar el olor a suavizante de las sábanas recién lavadas. Inexplicablemente, el suelo está frío y las zapatillas no están donde las dejaste anoche, el mundo se derrumba. Por la mañana todo parece menos grave, todavía estás atontado y todo parece menos grave. Según va pasando el día vas tomando conciencia del asunto y miras en los cajones del baño si te queda alguna cuchilla. No me gusta nada convivir con el silencio, no me gusta nada mi voz en mi cabeza. Recuerdas que prometiste llenar hasta arriba las maletas para momentos como estos, para todos los momentos de aquí en adelante, quizá. Ya no eres un niño, sabes, las mentiras piadosas se caen de la pared porque se agota el pegamento del celofán con el tiempo; es una lástima pero es así. Los amigos te sacan de tu habitación y te llevan a conocer nuevos parajes, los sitios de siempre, donde fuimos tipos importantes. Nueva York está muy lejos, te comentan, vamos a disfrutar del vino y de las mujeres de aquí, Nueva York está muy lejos. No me gusta soñar contigo por la chorrada esa de que luego hay que despertarse, aunque no te negaré que en el momento lo disfruto; sueño con un poema para llorarlo y solo recuerdo al día siguiente los últimos versos: …cura mis heridas con ceniza. El narrador de cuando duermo es mucho mejor poeta que yo y tiene mucho más valor; ha debido leer libros diferentes, haber tenido 5 millones de resacas menos, haber elegido el camino de baldosas amarillos, yo que sé. Tenemos que cambiar de droga, y enfocar un poco nuestras vidas que así no vamos a llegar ni a los 30. Vamos a poner cara de buenos chicos y alquilar un coche para irnos al norte, a ver el mar, conduce David. Lo siento chavales, pero es obligatorio tener 23 años para alquilar un coche. Los chicos del 83, salen de la tienda de alquiler y blasfeman por no haber nacido en el año del Mundial, entretanto pasa una chica con tu perfume y me esfuerzo para pensar en estructuras gramaticales. Se le echa de menos a este lado del infierno, salta a la vista. El sol pica de canto y no hacemos sombra desde este ángulo. El verano nos desgasta como una termita corporal.

viernes, junio 17, 2005

Nadar y guardar la ropa

"Y Verano e Invierno y Verano y Verano
Y de nuevo Invierno"

Charles Bukowski


No me gustan los deportes de riesgo,
salvo llamar a tu timbre de madrugada
o que me inflijas besos a toca teja.
El verano es tan largo que se pliega sobre sí mismo,
los muchachos de la limpieza se dan un garbeo
y alargan la hora del bocadillo en el bar de Pepe.
Todo funciona, sabes, todo tiene un orden
y los niños charlan sobre lo engañosos que son tres meses,
parece mucho, pero en seguida es septiembre
y los días se hacen más cortos
y mamá deja de gritar por el balcón,
cuando la cena a base de salchichas está lista.
Yo me muevo para encontrar el lado fresco de la almohada
derecha, izquierda, derecha izquierda…
y pienso que a lo mejor no vuelvo a verte
quizá no sea tan malo, verdad, peor sería quedarme ciego,
o que murieran las ballenas cautivas,
o que nunca me hubieran prestado aquel libro de Buk,
o que no me despertara esta noche, plegarias mías mediante.
Todo es tan armónico ahora y las dietas y gimnasios
del invierno se notan mucho, se reparten piropos y sonrisas,
nadie podría ser un asesino en verano, todo es tan feliz
hace tanto calor, hace tanto calor…
pero no te creas, porque las noches son más frescas.
Menos mal que me cuidé de guarda los marca páginas
porque a pesar de todo yo sabía que después, al cruzar la esquina,
viviría para siempre en esta gélida noche de verano.

Última noche

1

Ahora que
vuelve a sonar el despertador a su hora
ahora que
ya no estás haciendo ruido en la cocina
ahora que
morir o vivir es una cuestión de grado
ahora que
vivo de recuerdos
ahora que
he descubierto el horror tras rascar la superficie
ahora que
si llueve es porque me lo cuentan,
espero no te incomode el impulso del
electrocardiograma.
Mis mejores deseos.

2

las razones son simples,
solo tratas de que no te coma la sombra o el silencio
y sobrevivir a las juntas de la cama;
después de apearte, convertirte en cazador
me estoy quitando, te lo juro.

3

no me convertí en secano
de un día para otro,
allí nieva en el zapping
la mayoría del tiempo
y soñábamos con líos de faldas
éramos unos críos, ya ves,
no me da vergüenza volver
y ver mi espada de madera,
los sueños oxidados
y la piscina al otro lado,
después del prado ancho.

4

Haré una excepción contigo
y te dejaré visitarme,
verás, como de las sobras
y me cuesta mucho conciliar el sueño.
Tengo, soy un desastre
nadie me llama por ni nombre,
ni yo mismo.

viernes, junio 03, 2005

Tu desnudez

1
No sé si es el tiempo que nos ha separado
o la transfiguración por tanto repetirte en mi cabeza.
Estás preciosa con tus lazos de sombra
y tu lluvia de cristales,
-sólo ella tiene las manos tan pequeñas-
El calor de tu cuerpo ha viajado por los inviernos
sin lastimarse, como yo imaginaba.
Levanto el brazo para cazar murciélagos
y llevarme así algo de comer a la boca;
tu prisión de lana huele muy bien,
pero mata de hambre.
Si me das un beso, prometo no tener pesadillas
y dejarte dos terceras partes de la cama:
palabra de honor.

2
Tu desnudez tan simple, tan inmutable…
Miro tus ojos, ejemplos de vida,
das un vistazo fulminante a mi habitación,
no te engañes, cabe todo en un hatillo.
Hacer el amor contigo es, dijiste,
yo soy un traficante de tristeza
perdido en un mundo de algodón, el tuyo.
Otra montaña de silencio a mi espalda,
otra marcha al retrete a vomitar mi alma,
-descubrí que la esquina que cree, era solo eso,
una creación, una más-
otra fuga a donde cubre el agua,
otra manera de entender mi perdición.
Tan simple, tan inmutable…