martes, julio 21, 2009

Vecindad

Tengo una vecina que se llama Ane y que cree en una revolución en el mundo,
no acepta mis sueños de reforma sacados de Futurama
solo concibe un golpe certero en los huevos del sistema,
es guapa aunque recientemente tiene la cara un poco estropeada
a la altura de las mejillas
es pequeña y vasca
con unos dientes bonitos, blancos pero no insultantemente blancos,
un poco abultados, creo que son dientes de saber mucho sobre la vida.
Ane piensa a lo grande siempre
no acepta nada que no sea sustituir el Empire State Building
por una secuoya capaz de suministrar por sí sola oxígeno
a toda la Tierra,
para que el resto de los árboles solo sirvan para dar sombra
y den color a la pradera infinita.
En mi utopía habría una sobreoxigenación del cerebro del Hombre
y con ella un estado de euforia que despertara el Arte
que lleva dormido desde Atapuerca. El único artista es el viento cuando
se pone serio y limpia de edificaciones los terrenos del mundo;
también hacen arte, si me apuras, las placas tectónicas que esculpen con hiperlentitud

la fisonomía de la Casa.
En la cabeza de Ane todo funciona, es un juego perfecto,
a mí me recuerda a cuando estudiaba psicoanálisis en la facultad de Psicología
entre polvo y polvo, entre copa y copa. Nadie cundió 600 € como yo lo hacía,
nadie.
Ane se acuesta con chicos negros que la mantienen cerca de África y sus ritmos
-los únicos ritmos legítimos-,
estos chicos entienden su castellano afilado
pero el mío no, en parte porque hablo rápido siempre
como contando un chiste, ese soy yo, el chico de los chistes
contados en el metro, subiendo tanto la voz que te da vergüenza
estar conmigo.

7 Responses to “Vecindad”

Una cualquiera dijo...

Apostaría que no da ninguna vergüenza estar contigo en ninguna parte.
Muy interesante lo de tu vecina; y muy bonito.
Tengo pendiente buscar algo de Manuel Vilas, a ver si uno de estos días me acerco al Fnac.
Sigue escribiendo, porfa.
(Quien...)

Una cualquiera dijo...

Ah!, se me olvidaba: y lo de llevarse la poesía al lavabo, ¿es poesía a su vez? Es que a mí no se me ocurre; una policíaca sí, pero poemas...claro que yo no soy poeta...Va a ser eso.

Moncho dijo...

Llevarse poesía al baño del trabajo es una puta movida porque hay que hacerlo un poco de estrangis ya que está muy mal visto ir al baño a recrearse. Yo hago como que llevo informes y dentro meto el librito en cuestión. Me recuerda a cuando, de pequeños, llevábamos la revista porno metida en el libro de lengua. No está mal esto de cambiar el porno por el realismo sucio.
Yo no sé si conoces mi otro blog antipoesia.com, allí escribo muy a menudo también por si quieres leer más.
Ah, superskillessman@hotmail.com, just in case.

Besos.

Una cualquiera ( pero muy preguntona) dijo...

El hombre ¿superhabilidoso?, ¿supercualificado? ¿es eso? ... Esto...¿en qué?, En poesía, supongo.
¿Y ese es tu e-mail?; ¿y el que pone en el blog entonces no es?
Y "just in case" ¿de qué? ¿De que me envíes una invitación para la presentación de tu libro? (Yo te lo compraría, claro)
Y voy a ver ahora tu otro blog.

Una cualquiera dijo...

[Vale, ya he visto una diferencia entre los dos blogs: en el otro no aceptas anónimos. Es que yo no quiero cuentas Google, y además, no sirvo para hacerme un blog. Esto es lo que te iba a poner en el otro]:
Ay, me gusta mucho, Moncho.
Tienes un blog muy entretenido y muy...¿culto?; es que ayer me entretuve con los enlaces a otros blogs; y de estos a otros y ¡vaya tela!, pero qué nivelazo que hay por el ciberespacio. Vale la pena quedarse en casa.(Es broma. Lo de quedarse en casa, digo)
Por cierto, Manuel Vilas, el poeta que me recomendaste y al que tengo muy presente que le leo algo este verano (también me quiero leer algo de Ray Loriga) está el tío en Lanzarote. ¡Lanzarote!, el lugar donde siempre, siempre, quiero volver. Si me pierdo, que me busquen en Lanzarote.
Ya me he perdido...Ah, sí, pues que ayer me despisté y ya no volví aquí.
Estoy desde las 17:00 de hoy de vacaciones y ya no rijo, no rijo...
Ah, vale, quería preguntarte (es que no lo he pillado) qué diferencia hay entre la poesia invisible y la antipoesia. ¿Qué hace que escribas en una parte o en otra?. No, está bien ¿eh?, más entretenido, pero yo no sé distinguir (así me va) una cosa de otra.
Dí si vas a publicar. En serio que me gusta todo lo que escribes.
(Por cierto, has repetido demasiado cerca "para no morir". No sé, es una frase con demasiada fuerza como para repetirla y que no se note. Es mi puta opinión. Por lo demás, me encanta, me encanta: "uno de esos tipos a los que les pasa la tragedia y la soledad sonámbula lo suficientemente cerca como para rematar sus peinados
y seguir sonriendo y sonriendo". Todo me gusta.)
Vaya rollo que te he metido.
(Quien...)

Moncho dijo...

Hola!

Joder, podía haber parecido que el darte el otro blog era una sucia estratagema para desenmarcararte :D. Ni puta idea que no se pudiera firmar como anónimo. Todo empezó con este blog, empecé el otro con ánimo de experimentar; aquí escribía cosas más elaboradas y antipoesia era más para ideas súbitas y para jugar, como quien dice. Lo que pasa es que ahora no hay diferencia y todo lo escribo "antipoesiamente" así que lo que hago es alternar las cosas que van saliendo en uno y en otro. Compré el dominio antipoesia.com por los billetes de 500 € que me encantan, pero esto jamás me dará de comer -aunque salgan los libros- y eso es lo que más me gusta de todo.

Muchas gracias.

Besos.

Moncho.

PD- Está feo restregar las vacaciones a los pobres curritos que aún no las tenemos. Pero el viernes queda cerca.

Una cualquiera dijo...

Gracias a tí.
A mí también me encantan los billetes de 500€; ahí con su color moradito...Porque es moradito ¿verdad?.
Bueno, me voy al cine; (aaaaaaaahhhhh...como yo no madrugo....)
Bona nit (esto es pista)
(Quien...)