martes, julio 05, 2005

Héctor

Tengo un amigo.
En realidad
es como un hermano para mí;
es un buen chico,
nunca le han gustado los excesos:
no le gustan las chicas rubias,
ni el chocolate,
ni los coches grandes,
estoy seguro de que nunca
ha pensado en el suicidio.
Somos espantosamente distintos,
besó a una chica un lustro antes
de que yo lo hiciera,
yo pensaba mucho en esa chica,
en cierto modo también fue mi primer beso,
durante un tiempo.
Somos muy distintos, es cierto;
el nunca evitó su imagen en el espejo
ni creyó ver cocodrilos en el fondo de la piscina.
A pesar de todo hay cosas que compartimos,
como aventuras al fin del mundo,
lágrimas de hospital
o meriendas en el trono de Grafton St.
Afortunadamente en el camino de regreso
no hubo ningún control policial
y llegamos sanos y salvos a las horas de trabajo,
donde me ayudó con la clientela
haciéndolo todo, una vez más,
un poco menos cruel.

One response to “Héctor”

Es lo bueno... para ser amigos no hace falta nada más. Me gusta pasar por aquí y ver las novedades... aunque tenga que esperar para comentarlas.

Besitos, y tal...