El fantasma de las Navidades pasadas
La historia estratégica de nuestras vidas
nos dejó sin una puta Navidad juntos,
tu último grito
era el último grito en amor
en la fontanela del siglo:
deseo, sequedad bucal, ganas de vomitar
a tu lado
y todas las cosas posibles.
miércoles, diciembre 31, 2008
jueves, diciembre 04, 2008
50 años de hipoteca
Mi padre vivió 51
pero firmé,
todo por ver tus huesos
entre cuatro paredes mías,
-darle la vuelta
al segundo juego más antiguo-.
Por aquí
hemos visto crecer milímetros
a las montañas,
hemos
enfriado cervezas en 2 segundos
mientras nos caían 40
-aquella broma de que ojalá
fueran de píe
que justificaba años después
mi risilla entre lágrimas,
el día que se fue Andrés,
nuestro hijo pequeño-.
Voy a arreglar hoy los papeles
-todavía papeles-
del pisito (así lo llamábamos
en los dos miles)
soy un anciano
con una próstata de fibra de carbono.
pero firmé,
todo por ver tus huesos
entre cuatro paredes mías,
-darle la vuelta
al segundo juego más antiguo-.
Por aquí
hemos visto crecer milímetros
a las montañas,
hemos
enfriado cervezas en 2 segundos
mientras nos caían 40
-aquella broma de que ojalá
fueran de píe
que justificaba años después
mi risilla entre lágrimas,
el día que se fue Andrés,
nuestro hijo pequeño-.
Voy a arreglar hoy los papeles
-todavía papeles-
del pisito (así lo llamábamos
en los dos miles)
soy un anciano
con una próstata de fibra de carbono.
martes, diciembre 02, 2008
Ochocientos ocheinta y dos
a las cuidadosas mujeres de mi vida
Ella me sintió enfermoy puso el agua a hervir,
echó arroz Hacendado,
lo escurrió
y le puso el zumo de dos limones
cuidando de quitar las pipas
con el dedo índice y corazón
de su pequeña mano derecha,
me tocó la tripa
y después bajó un poco,
se sentía como la caricia involuntaria
de una monja
como queriendo hervir el Pacífico
con un zippo,
sus ojos eran como los de mi abuela
que bebía a escondidas
y me alimentaba los sesos con letras.