lunes, julio 13, 2009

Instrucciones para montar una tienda de campaña

Tienen un coche rojo,
él a mayores tiene una chica con el pelo rojo,
que es asistir a la función de la vida
en un asiento VIP sin fin,
ella acaricia su brazo
monumento funcional
rompeolas de carne gris
delante de todos nosotros.
Me hablan de su tierra
no nos podemos ir de aquí
Madrid acabaría con nosotros,
me explican que desde su apartamento
se oye el mar por la noche
cuando el camión de la basura
termina de serpentear por las calles vacías.

En las inmediaciones de las gasolineras
hay putas de alta mar
que les cambian la pila con la lengua
a los inteligentísimos marineros asturianos,
miran el mar en los ratos muertos,
el mar es el único ente globalizador
que se conoce
el mar vive un noviazgo violento con el tiempo.
A mí me cuesta añorar mi tierra,
teníamos un pinar cerca y caminábamos a veces por él,
hacíamos agujeros en la tierra para desalojar nuestro vientre,
enterrábamos revistas porno muy lejos de casa
y las usábamos para desalojar otros órganos
a la espera de los vientres
de las mujeres más desdichadas de la Tierra.


Intento evitarlo con todas mis fuerzas
pero pienso en su muerte, al fin,
[sus sabios y dulces abuelos
-algunas veces acaudalados-
casi la tocan ya con la cachaba]
les compadezco con toda la fuerza de la que es capaz
la destartalada tienda de ultramarinos
que es mi corazón,
me parece trágico dejar tantísimo
a este lado del abismo.

One response to “Instrucciones para montar una tienda de campaña”

Alnitak dijo...

A mi me cuesta a veces tan poco añorar mi tierra...
me bastan estos 41 grados
me basta acercarme a riachuelos preciosos que no huelen a sal
me basta con ver mi piel blanca muy muy blanca
a mediados de julio.
¿Lo ves? Me cuesta tan poco... quizás Madrid también me esté matando, como todas las drogas.